sábado, 14 de enero de 2012

CONTINÚA ELTEXTO: HOJA 3


Ahora bien, ¿se puede acusar a alguien de no ético por no haber apoyado la reforma política? Los ciudadanos hijos de Aristón no estamos tan seguros. De hecho si se analiza lo que se ha dicho en los medios sobre la Reforma Política, cualquiera se daría cuenta que es difícil tomar una posición sobre si ésta es deseable o no; sobre si ésta es buena o no para los ciudadanos del país. Algunas de las cosas que se piden establecer con la Reforma Política, tienen muchas aristas e implicaciones. Parecen buenas, pero a la vez peligrosas. Por ejemplo, que se permitan candidaturas independientes. Supongamos que estamos hartos de los partidos, y que el grupo de Sicilia u otros grupos, encuentran un candidato sin mancha, ético y puro; y que bajo la implementación de esta reforma podamos votar por él los mexicanos. Pues sería excelente. Pero si somos realistas y vemos la tragedia que estamos pasando ahora con el candidato de Televisa y de los poderes fácticos, entonces nos damos cuenta de que esos poderes son capaces de muchas cosas; como utilizar e “inflar” a un maniquí como Enrique Peña Nieto (candidato del PRI) para manipularlo; o bien para que llegado al poder actúe es pos de los intereses de los grandes empresarios y de los poderes fácticos. Consideramos entonces sumamente delicado permitir que un hombre apoyado por los grandes empresarios y por las televisoras pueda llegar al poder. Si disfrazadamente es posible, imaginemos cómo sería si se permitieran las candidaturas independientes. No está tan fácil eso de apoyar o no la Reforma Política. Y menos eso de acusar a alguien de incongruente o no ético por no apoyar la Reforma Política.


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