Hay otro error dentro de la argumentación ética de Sicilia, que es semejante al error de la mencionada argumentación de Felipe Calderón para justificar su guerra contra el narcotráfico. Felipe Calderón no jerarquiza bien moralmente cuando se lanza a atacar a los delincuentes sin medir los daños colaterales; pero Sicilia tampoco; pues él permanece obcecado en que sólo un hombre plenamente ético nos gobierne; y nunca toma en cuenta las posibles terribles consecuencias de esa obcecación; la posibilidad de otros miles de mexicanos muertos. Ninguno de los dos jerarquiza bien. Para Calderón el gran bien sería que no hubiera ni un solo narcotraficante en el país; pero desaparecerlos matándolos, o haciendo que se maten entre ellos, y exponer a la gente no delincuente a que muera, es una decisión que está en un grado de “jerarquía ínfimo” o más bajo – si es que tomar esta decisión está en algún grado—respecto de otros métodos como impulsar la educación y el empleo. Es decir, matar o exponer a la muerte a muchos, o no existe en la jerarquía o simplemente está al final de la escala de las posibles opciones o actos morales dignos de tomarse en cuenta.
Es muy cierto que siempre va a haber actos mejores y actos medianamente morales. Algunas veces la vida nos hará elegir sólo entre los menos malos, y no por eso dejaremos de actuar o no elegiremos de entre los menos malos. Sicilia debe saber esto. Así, debería jerarquizar bien entre lo que hay; cosa que no hace. AMLO “tal vez” para él no es el paradigma del hombre íntegro, pero sí es el menos malo de los candidatos, y él lo sabe. Y ante la posibilidad de más muertes, tenemos que elegir la posibilidad de la paz, y AMLO es el único que representa esa posibilidad, esa esperanza. Obrar en pos de la paz, es tomar la decisión de eligir algo que está en un grado más alto en la jerarquía; en la escala de las posibles conducta morales sobre este rubro; o sobre este asunto. Optar por la paz está más alto o es mejor que ser siempre a “toda costa” plenamente ético. Si no, es como si Sicilia hablara y actuara como esos gobernantes de países que tienen bombas atómicas, cuando dicen o amenazan: “Si me atacan, les aviento la bomba atómica”; y esto a pesar de que ello implica la destrucción del mundo, y pues incluida su propia destrucción. Así, en otras palabras dice Sicilia: “Si no tengo todo, ¨lo plenamente ético¨”, opto por la destrucción total”. ¿Cómo es posible que por ser AMLO solo medianamente ético, según Sicilia, prefiera la posibilidad de la violencia y la muerte quizá de otros 60.000 mexicanos?
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