viernes, 11 de diciembre de 2020

Poema de diciembre del 2020

 



  Mi mamá- Monchi Gámez- leyendo el periódico Noroeste


LOS HERMANOS GÁMEZ

 

A los primos Salcido Gámez, Torrero Gámez

Ibarra Gámez, Cisneros Gámez, Orrantia Gámez

Gámez Cabanillas, Gámez Martínez

y Quiñónez Gámez

 

Como resplandores

los hermanos Gámez

sol o mariposas del recuerdo

 

Los primos narran, cantan

rememoran juntos

bajo la palapa de la antigua casa de los bisabuelos

en el viejo pueblo de Comanito

De los hermanos su aroma

su gracia, su magia, su bálsamo

 

Porque es más la llama viva

que la escarcha

la tristeza o el frío

 

Huellas de Lucila

de Chayito, de Norma

de Nala

de Chabelita, de Monchi

de Valo y de Juan

 

Nosotros somos sus hijas e hijos

y vamos en la proa

de su embarcación de cariño

 

que nos dejaron

 

cada uno con su traje de temperamento

ve el litoral de su isla de alegría

en ellos

Porque ellos alquilaron el mar y el sol

para su paso por la Tierra

y los compartieron

 

Dejaron la amena charla

el ingenio fresco

el sabor de la vianda

en el recuerdo

 

Y lo llenaron de amor

 

tesón y canto



 

Claudia Isabel Quiñónez Gámez

11 de diciembre del 2020

Culiacán, Sinaloa

 


sábado, 5 de diciembre de 2020

Poema de noviembre del 2020

 





COMO OLAS DEL ALMA

 

Van estos versos con cariño

para toda mi familia

 

Tengo un eco extraño

y subversivo de mí misma

Ruido-pan hecho por manos colectivas

para el vientre del mundo

en que estamos perdidos

solución-jarra que canta

razón y esperanza

Rumor que fluye

de la vasija-eco

tierno y dulce de abrazos

-símbolo de nuestra antigua

madre alfarera

De la contextura de recipiente

del golpe al barro

nace

 

Como los ruidos y rumores

de los ríos que habitan

la naturaleza humana

 

que la cruzan

o la liberan

 

 

Tengo un eco extraño

que es vientre y hogar

vino como conclusión

a un problema de tiniebla

de oscuridad

 

Llegó aparentemente solo

¡Qué extraña es la mente humana!

¡Qué sorprendente y poderoso el inconsciente!

 

 

Pero yo analizo

y veo detrás

de ese ruido

mi fortaleza

porque el eco significa-es

un profundo amor a la vida

 

Nació para salvarme-nos

del conflicto

 

Esta solución vino de lo hondo

cuando me ahogaba

 

Ha venido varias veces

en ocasiones semejantes

 

Ahora sé que se trabaja

se observa

se pule

requiere pericia

 

memoria y recuerdo

 

 

Necesito esta lasca

para re-partir-amar

el material con que me enfrento

que es humano, muy humano

-problema o desavenencia

en la relación con los otros

 

Lasca, pues, que construyó mi mente

o mi inconsciente colectivo

 

También mi propia fortuna

 

Lasca-rito

Herencia de madre

 

De danzas y panes de muchos

 

conocimiento –huella

proveniente de multitud de manos

 

pero que también es canto

 

Es eco porque vino de algo que suena

Que puede ser oído

como el ruido de la jarra prístina

símbolo de nuestra antigua madre alfarera

-madre que alguna vez fue maniatada

por alguien salvaje y poderoso

 

Ha venido a mí otras veces

 

Este eco, vibración

lazo espiritual, chispa

ganas de canto y sonido

que se repite en el tiempo humano

y  personal

 

Tiene música

pero también abstracción

generalización

Lluvia de esfuerzos

Es rico en cientos de experiencias

de costumbres y hábitos

 

diapasón de muchas y muchos

 

A ellos les debo

 

Resolución, pues, ¡extraordinaria!

¡Sí, extraordinaria!

porque me habló

se presentó sola

como chispa

como luz del espíritu

como lazo fulminante

y  alegría cósmica

y sonido

 

Nació mientras me ahogaba

y me tendió-ofreció

sus brazos

 

“¡Este ruido!

¡Este ruido!

¡Este ruido!”

canto

 

 

Vino a mí

y sé, intuyo

que esta llama prístina

está viva en el alma humana

 

Lo veo posible

 

¡Lo veo posible!

 

Así:

 

¡Ojalá el tan-tan del tambor!

¡Ojalá el ritmo de las voces en el canto

a la par del ritmo

de los movimientos de los músculos

colectivos en el trabajo!

¡Ojalá la llave mágica!

¡Ojalá el duelo sin lucro

con compasión

con el bosque, el árbol y el pájaro!

-Así al principio crecimos

¡Ojalá la cura de la furia que tenemos todos!

furia que es miedo

carencia

enfermedad

 

El eco, el ruido, la lasca mágica

han venido

Persisten  como olas tenaces

en la naturaleza de las almas

de los hombres, las mujeres y los niños

¡Qué lluevan las estrellas del inconsciente

su rumor

sobre nosotras y nosotros!

 

Claudia Isabel Quiñónez

28 de noviembre del 2020

Culiacán, Sinaloa




 

 

 

 

 


lunes, 19 de octubre de 2020

Recitando el poema nuevo.

 



Poema de octubre del 2020

 



EL GLOBO

 

Intriga

Sopla el viento

Junto al que viajo en este globo

Soy un enano de las fórmulas geométricas

Barrunto luz, adversidad

Traigo conmigo, sin embargo

el barómetro

el termómetro y el telescopio

Y todos los instrumentos de  la astronomía

Han venido conmigo

un gato

y dos palomas blancas

Mi familia me busca

Pero yo viajo con intención sin igual

a la luna

Mi globo es de colores

Como los colores de los cuerpos  de las mariposas

De turquesa el tejido

El color también de jade

Sopla el viento

Y yo muevo el timón de este cometa

Aunque me aleje

escucho  palpitar al volcán

Al corazón de las mujeres

En mi primera aventura

al salir de la atmósfera

me convertí en un enano

Desde entonces

mi globo ha descendido

destruido  varias veces

Pero yo no ceso de continuar la hazaña

Porque la luna me espera

 

 

Claudia Isabel Quiñónez

16 de Octubre del 2020

Culiacán, Sinaloa

 

 


sábado, 3 de octubre de 2020

OTRO CUENTO DE ESPANTOS

 



EL ÁRBOL SINIESTRO


Esta es la historia del árbol siniestro. La historia  de los que fuimos víctimas de las  extrañas y terribles circunstancias; yo era una niña cuando sucedieron las espantosas tragedias en torno a mi círculo familiar, y a este árbol; árbol al que bien podríamos nombrar como malévolo e infernal.

Era el año 2010, vivíamos nosotros en Coyoacán, una conocida delegación de la ciudad de México; mis padres se habían divorciado hacía pocos meses; y mi mamá y yo nos quedamos a vivir en nuestra antigua casa de Prados de Churubusco;  mi papá se fue a vivir con la familia de su nueva compañera; algunas veces yo me iba a casa de mi padre, pero la mayoría del tiempo me la pasaba en casa con Selene, la empleada doméstica de mi mamá; Selene era de un pueblo del Estado de Chiapas, y tenía una mirada mágica y mística del mundo; mi mamá decía que eran supercherías; pero Selene en realidad se daba cuenta de cosas  profundas y vitales, a diferencia de las demás personas; yo era una niña solitaria; me gustaba leer y no tenía amigos que tuvieran los mismos gustos que yo;  me encantaba escuchar lo que contaba Selene de su pueblo, y  establecí con ella una liga honda y espiritual. En la casa había, pues, un gran árbol de aguacates en el patio, y coincidió que cuando se divorciaron mis padres, el árbol empezó a dar frutas huecas y vacías; eso le llamó  la atención a Selene; y ella dijo que era “una extraña y rara coincidencia”; Selene solía prepararnos ensaladas con los aguacates de ese árbol; pero desde antes de que ocurriera el primer horrible suceso, ella decía que sentía un presencia maléfica en el árbol; y es que el árbol no era un árbol normal; era abundante en hojas y ramas; y cuando lo mirabas desde abajo, parecía que te iba a devorar; era tétrico; así, pues, eran las cosas en mi casa, y yo en realidad me sentí feliz de que se separaran mis padres, pues ellos se gritaban mucho y se aventaban objetos. Uno de los días que yo me quedé en casa, dejaron conmigo a Paco, hijo de una amiga de mi mamá; Paco era un niño abusivo y engreído, al que sólo le gustaba molestar; esa vez estábamos en el patio, él y yo junto al árbol, y me dio un latigazo con su resortera; me sentí tan furiosa y  tan enfadada con Paco, que grité: “¡Ay, cómo me gustaría que desaparecieras!”; ¡ojalá no hubiera dicho eso!, pues en ese momento sucedió que cayó del árbol una rama gruesa que se desgajó del árbol de aguacates, y le golpeó la cabeza a Paco; Paco quedó tirado en el suelo: “¡Selene, Selene!”, exclamé llamando a  nuestra trabajadora para pedirle socorro; Selene vino, y sin esperar a lo que dijeran los brigadistas de la Cruz Roja, afirmó: “Creo que está muerto”; y sí, la rama, el palo, le había dado un golpe muy fuerte en la cabeza a Paco; el funeral de Paco fue muy triste, y yo me sentí culpable de su muerte; pero no le conté a nadie  lo que yo había dicho momentos antes del misterioso accidente; tenía mucha vergüenza; pero la vida siguió;  los peritos revisaron el árbol y sugirieron que lo cortáramos; tiempo después creció en el mismo espacio una enredadera, una bugambilia morada; era muy hermosa, a mí me gustaba mucho; ejercía sobre mí una enorme atracción; entonces se me olvidó lo de Paco, y nadie se percató que debajo de la enredadera, creció oculto de nuevo el árbol infernal; un día trajeron a Rolando -mi hermanastro por parte de mi papá-, a jugar conmigo en la casa; Rolando era un niño muy inocente y gentil; yo me sentía muy  bien con él; a él también le gustaba  leer y jugábamos juegos fantásticos y fantasiosos; pero entonces ocurrió otro hecho siniestro con él árbol; mientras jugábamos, de pronto la enredadera de bugambilia atrapó con sus ramas a Rolando y se lo tragó: yo me asusté mucho, y  al darme cuenta de que perdía a Rolando, grité: “¡No, no, maldito árbol! ¡Maldito árbol!”; cuando llegó al patio Selene, yo estaba como loca; y cuando vinieron los demás, creyeron que alucinaba lo que contaba que le había hecho el árbol a Rolando; pero Rolando realmente había desaparecido; lo buscaron por las calles de la colonia, y en todo  la ciudad; después creyeron que alguien se lo había robado; pusieron desplegados en la prensa a nivel nacional para buscarlo, y a mí nadie me creyó  lo que contaba, y enfermé y me hospitalizaron; Rolando nunca apareció, y los médicos recomendaron, para mi fortuna, que no me llevaran más a mi casa;  dijeron que le temía a ese árbol por lo que había pasado con Paco; mi mamá rentó otra casa, y al tiempo se casó de nuevo, y vendió la casa del árbol de aguacates;  yo quedé desde entonces delicada y frágil, sin que nunca nadie me creyera lo que realmente había pasado con Rolando y el árbol siniestro de la antigua casa, de nuestro antiguo hogar; excepto Selene.

 

Claudia Isabel Quiñónez

3 de octubre del 2020

Culiacán, Sinaloa

 


sábado, 19 de septiembre de 2020

Cuento de la revista LA TARÁNTULA

 




HISTORIA FANTÁSTICA Y DE ESPANTOS:

“STEPHEN HAWKING”


Carmen se tragó el agua del río y se hundió en él desesperada asfixiándose; cuando su esposo tocó la ribera y volteó para buscarla, se llenó de espanto; Carmen ya no estaba por ninguna parte:”¡Carmen, Carmen! ¡¿Dónde estás?!”  gritó, pero ella ya no podía contestarle; Esteban, el esposo de Carmen, se metió de nuevo dentro de la corriente  del Bravo para ver si la encontraba, pero un remolino lúgubre había atrapado el alma de Carmen; como si le hubieran pasado una película de su vida, Carmen recorrió en un instante los momentos cruciales de su historia  con su familia;  vio las imágenes  de sus padres y de sus hermanos, y murió; pero de pronto, hundida en el río,  tuvo sensaciones; sintió que alguien la jalaba del brazo; era  su antiguo patrón de cuando trabajaba  limpiando casas en los Estados Unidos; el connotado científico Stephen Hawking; Carmen sabía que él ya había muerto; un mes antes apareció en la prensa que él había fallecido; parecía que desde el más allá la salvaba; pero no, lo que pasaba realmente, era que él la llevaba a  un universo desconocido de múltiples colores; a un lugar fantástico e increíble;  ahora Carmen lo podía ver como siempre, sentado en su silla de ruedas, como en su casa de Los Ángeles, California; pero sólo que él  ya no estaba en este mundo, ahora moraba en un cosmos fantástico de colores infinitos; ni él que poseía una mente maravillosa, se había podido imaginar el mundo en el que ahora vivía; agarraba las luces de colores de los cielos, y las mezclaba con las manos, produciendo matices extraordinarios; Carmen podía percibir el entusiasmo del físico, y ella misma se solazaba de contemplar los estupendos colores; eran colores nunca vistos por ojos humanos; eran como gemas y topacios; era un espacio portentoso este mundo; ahí se sentía una felicidad majestuosa, sin tiempo; había paz y tranquilidad; era  la contemplación de lo bello; Stephen  Hawking se veía feliz y entusiasta; pero a Carmen algo le faltaba; sentía una preocupación; se acordaba de Jashive, la pequeña niña de 10 años, hija de su amiga Lourdes; la niña había muerto un año atrás atropellada por un auto; Carmen estaba en Estados Unidos cuando sucedió el accidente; y cuando volvió a Culiacán, no fue a darle el pésame a Lourdes, la mamá de Jashive; Jashive y su familia vivían en Villa Juárez, un pueblo muy pobre, pero donde la gente es muy buena y amable; Carmen siempre que iba a visitar a Lourdes se sentía muy bien recibida, y Jashive siempre le cortaba frutos de todos los árboles de su casa para que se los llevara a su esposo a Culiacán;  aunque el accidente ocurrió cuando Carmen estaba en los Estados Unidos, sí se enteró; pero cuando regresó a Culiacán por unos meses, no fue a animar y a darle el pésame a la mamá de Jashive, aunque quería hacerlo; entonces ahí, en el nuevo cosmos en que ahora habitaba, le brotó un sentimiento de tristeza, y de pronto se apareció en la puerta de la casa de Villa Juárez; tocó, y cuando la vio Lourdes, la abrazó con enorme gusto; le sirvió café y un desayuno de tamales de puerco; Carmen tenía el rostro lleno de vida y se veía muy feliz; pues había regresado a darle el pésame a su amiga;  su amiga le dijo que se le veía un brillo muy especial en su tez; Carmen no le contestó nada, pero sabía que era porque había estado en el mundo de maravillosos colores; y al lado del magnífico científico Stephen Hawking, quien siempre la había querido mucho; Carmen le dio el pésame y después de platicar un rato, se sentó en la puerta a ver el patio lleno de árboles frutales de   la casa de Villa Juárez; todo esto mientras Lourdes lavaba las tazas y los platos del desayuno; en eso estaba, cuando de pronto se apareció junto al árbol de aguacates, Jashive; estaba vestida con un short azul y un blusa amarilla; Carmen la contempló maravillada y Jashive le hizo un seña de adiós con la mano; Carmen le contestó de manera idéntica, y Jashive desapareció de forma fantasmal; cuando terminó de lavar los trastes Lourdes, y fue para donde estaba Carmen, ésta le contó lo que había visto; y Lourdes le creyó, porque Carmen le describió los colores de la ropa que llevaba puesta la niña; Carmen no podía saber qué  llevaba puesto Jashive cuando le ocurrió el accidente; así que Lourdes le creyó a su amiga; Carmen se despidió tranquila y en paz de esa familia; después, como transportada en el tiempo,  llegó a la orilla del Bravo y encontró a su esposo sentado en  la arena; él no la podía ver, pero sintió su presencia; se alegró de que Carmen viniera a despedirse de él, pues ya sabía que había muerto en el río; con un resplandor y colores de arcoíris que dejó como estela, Carmen regresó al lado de su antiguo jefe, Stephen Hawking; al universo de fantásticos colores nunca vistos por otros seres humanos.

Cuento escrito por Claudia Isabel Quiñónez

Culiacán, Sinaloa

martes, 15 de septiembre de 2020

Recitando EL ROCK DE LA BRUJA

 



DE SEPTIEMBRE

 



Letra de la canción de rock

EL ROCK DE LA BRUJA

 

Clo, Clo no sueña con cadillacs

Ella aspira a cosas que valen más que el oro

Como escuchar una canción de rock

Cuenta Clo seguido a sus amigas

Que una bruja fea y tonta

Viene todas las noches  a su patio

A bailar con ella rock

¡A bailar con ella rock!

Pero a  Clo, que es un poco loca

nadie le cree este  hecho

“¡Las brujas no existen, Clo!”

“¡Las brujas no existen, Clo!”, le dicen todos

Pero ella afirma que no está mintiendo

Que es una  bruja  fea y tonta con sombrero

Que baila con su escoba

y  tiene tanto ritmo

Que muy  pronto, muy pronto

están bailando las tres

Allí en su patio

¡La bruja fea, Clo y la escoba!

¡La bruja fea, Clo y la escoba!

¡La bruja fea, Clo y la escoba!

¡Baila, Clo, si estás en lo cierto!

Se aparece en tu patio, ¡la bruja!

Tremendo movimiento

¡Así, así, como se mueven mis pies!

¡Baila, Clo, baila, el rock de la bruja!

 ¡El rock de la bruja!

¡El rock de la bruja!

 

 

 

Claudia Isabel Quiñónez

10 de septiembre del 2020

Culiacán, SInaloa

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Recitando la canción de Rock

 




 


LETRA DE LA CANCIÓN DE ROCK:

¡REGRESA, CLO!

 

 

¡Regresa, Clo, mi nena Clo!

Has emprendido el viaje de nuevo

¡Por favor no te vayas!

“¡Regresa, Clo; regresa!”, le dicen todos

Anda, nena, tienes que  escucharme

Amarra bien las agujetas de tus zapatos

No quieras libres y frescos los pies

Cuando pases junto al viento

en la ribera del río

ya no te esperarán los peces

 

¡Regresa, Clo, regresa!

Tienes que hacerlo

Con los zapatos bien puestos y pesados

No podrás volar

No podrás volar

A ese país de tu imaginación

A ese mal sueño

 

Una chica se ha fugado

Y yo la tengo muy cerquita de mí

Todos le dicen:

“¡Regresa, Clo; regresa!”

 

Yo sé que ella  volverá

Pero el viaje es muy peligroso

“¡Regresa, Clo, regresa!”, todos le dicen

¡Sí, no la dejen sola en este viaje!

Yo la quiero de regreso

A esta chica que se ha fugado

 

 

Claudia Isabel Quiñónez,

9 de Septiembre del 2020

Culiacán, Sinalos

 

 


viernes, 28 de agosto de 2020

 

ARGUMENTOS

 

Si es fértil la simiente del día

En la claridad de la tarde

habrá el vuelo

el giro

y la frescura de la hoja

 

La llama de los pétalos

La fiesta multicolor

 

Fue fértil la simiente de mi día

En la claridad de la tarde

habrá el vuelo

el giro

Y la frescura de la hoja

 

La llama de los pétalos

La fiesta multicolor

 

Si bordamos el lienzo de tiempo

de la patria

Con la mano ágil y despierta

En el cauce de hilo de los ríos

de la vida

La alegría de los niños

Será así

nuestro bordado

 

Con el discurso del disfraz

A través de los años

Él tejió su vida y la de nosotros

Venía sucio de dinero

Pero nosotros no lo sabíamos

Era tan igual a los otros

A los que tanto denostaba

 

Vacuo y vacío

Se convirtió en el eco de la mentira

de la traición y el engaño

 

Tan pequeño

Pero tan grandes los ríos de sangre

en su gobierno

 

Enfermedad

Desempleo

Asesinatos

Y ahora corrupción

 

No bordó el tiempo de la patria

con la mano ágil y despierta

 

En el cauce de hilo

de los ríos de la vida

No hay la alegría de los niños

en el lienzo

 

 

Claudia Isabel Quiñónez

28 de agosto del 2020

Culiacán, Sinaloa


martes, 18 de agosto de 2020

viernes, 14 de agosto de 2020

 

LA CREACIÓN DE ADÁN

 

Desde el cielo a la tierra el dedo de Dios

Con el brazo izquierdo ciñendo  a  una mujer

y a un ángel

-Diez almas inmaculadas

lo arropan

La túnica lila

Los cabellos azules

Parece que vuela o se detiene en el aire

En un manto rosa

Mira mientras señala al hombre que ha creado

Es robusto y perfecto su cuerpo

Como modelado por un escultor

Sentado sobre la piedra 

Adán, su nueva criatura, estira la mano

y el dedeo índice

un poco débil

Acaba de nacer

Espera el aliento, el soplo divino

Su rostro es inocente

inocente

Todavía está desnudo

Parece su cuerpo  trabajo de un escultor

La mano de Dios y la de Adán se acercan

Pero en distinta jerarquía

 

 

Claudia Isabel Quiñónez

11 de Agosto del 2020

Culiacán, Sinaloa



Recitando el poema LA CREACIÓN DE ADÁN

 



miércoles, 5 de agosto de 2020

POEMA DE AGOSTO DEL 2020



EL POEMA, LA PAJA

 

 

Cuando miro no estoy en lo cierto

de lo que pienso que miro

Pues hay más

Lo sé por mis sueños

Incrustaciones  de paja

en la mirada que cosecho

Pero no es follaje maldito

Sino mandrágoras del alma

Se teje el ruido como guiso de Dios

Es extraño este no darse cuenta

de  todo cuando miro

Mira fijamente y  tendrás conciencia

de lo que abarca tu mirada

Verás que no tenías certeza

Pero  en el poema

el ojo del alma

sabe que debe mirarlo  todo

contemplarlo todo de lo que  trata

Con la  razón y la emoción

que barniza el  río  de las cosas

 

El poeta es como el águila que vuela

Lo creado por él

Su mirada o cosecha

No es una mirada inocente o superflua

Porque como el águila

él caza o atrapa la liebre celeste

La que suele correr libre

en el campo de música de las cosas

Lo más maravilloso es que el poema

Como el sueño

nos da cuenta de que en  la mirada

siempre hay más

Aún  en la del poeta que quiere abarcarlo todo

Mandrágoras de las que no se era consciente

Ríos de significado infinitos

Así la paja también es sueño,  o es poema

 

 

 

 

Claudia Isabel Quiñónez

5 de Agosto del 202

Culiacán, Sinaloa

 

 

domingo, 12 de julio de 2020

SOBRE EL LENGUAJE



SOBRE EL LENGUAJE 


El lenguaje es una torre
que puede llegar al cielo 
El árbol oculto por Yahveh 
en el jardín de las delicias 
Dios no nos previno de él
para que ni siquiera 
nos diéramos cuenta 
El árbol del lenguaje 
es el árbol del poder de nombrar 
del signo y del símbolo 
El árbol de la Luz creadora 

Lo que nos hace verdaderamente 
semejantes  a Dios en su divinidad 
El lenguaje; el poder 
o dominio de la palabra 

Pero los hombres desde tiempos 
ancestrales lo atisbaron 

En el Libro fue escrito 
que la creación del mundo 
fue obra de la palabra divina 
Del logos, del verbo
Prueba de la valoración antigua 
del lenguaje 

Con el lenguaje se crea
Son  los seres
Sólo lo nombrado está vivo

Es el Libro mismo 
hazaña de ese poder
y narrativa subrepticia 
del árbol oculto 

Dios le dijo a Adán 
“Te doy el poder de nombrar lo creado 
Serás así en algo semejante a mí”

Y le dio a un hombre 
- No a una mujer 
el poder de nombrar las cosas 
Así empezó la versión
machista de la historia 
Contra la que luchan las feministas 
y las poetas del mundo 

Isaac, hijo de Abraham
no sólo cae en conflicto 
por la posesión del agua de los pozos 
Sino también por el poder
de nombrar esos pozos 

Nombrar es poder y dominio 
pero también luz creadora 

Dios observó 
cuando construíamos la torre
que si nos entendíamos 
alcanzaríamos el cielo 
De ahí la treta divina
de la confusión del lenguaje 
en Babel

Pero el hombre ya estaba armado 
Y ahora 
para cada lenguaje 
para cada idioma 
tiene una torre posible 
para llegar al cielo 

El hemisferio cerebral 
El verso del mundo 
La belleza de la luz
la nombran 
las poetas y los poetas de la tierra 


Claudia Isabel Quiñónez 
12 de julio del 2020
CDMX 


martes, 7 de julio de 2020

Otro poema



LAS RASTREADORAS


Ante la helada puerta
del agujero vacío
de la Procuraduría de Justicia
Casi tumbándola
Respirando sofocados, sofocadas
el aire del miedo
Gritan los desaparecidos
Gritos como llamas al cielo
Su ígnea desventura
en el páramo helado
de la justicia ominosa
Alaridos que queman el desdén frío
Para escribir la memoria en ecos
Para reclamar justicia
Y vienen en su auxilio
las mujeres con alas de perennidad
Cazando el instante de la prenda
o del hueso
de la tierra removida
Para encontrar al padre
A la madre
Al hijo, a la hija
Al hermano, a la hermana
Al primo, a la prima
Al prójimo

Es antigua la búsqueda
de los desaparecidos
Renombrado es Telémaco
quien ganó gran fama y aprecio
por la humana búsqueda
de su padre Odiseo
Desde entonces
sabemos de ese dolor
Pero las mujeres con alas
de perennidad
Con una pala y solas
entre el fuego y el frío


Claudia Isabel Quiñónez
7 de julio del 2020
CDMX

viernes, 3 de julio de 2020

Poema de julio del 2020



SOBRE LA POESÍA


Si la sombra del sonido
llegara a nuestro corazón

Y las palabras de los versos
-todos los versos del mundo
fueran otras

Algo desangeladas y frías

Del caos y las tinieblas
De la confusión o la nada
Como la Palabra
Fuerte el pájaro de luz
La subversión del mundo
renacería


Claudia Isabel Quiñónez
3 de julio del 2020
CDMX

miércoles, 24 de junio de 2020

Pequeño ensayo sobre las manos



POEMA A LA MANO 


Con la mano detengo mi cara
mientras pienso 
Y es en ella en la que he puesto 
mi pensamiento 
Tal vez hacer una oda
a mi mano derecha 
O a las dos manos

Mi mano derecha me une
con el universo 
Es franca cuando saludo
ofreciendo mi mano

Dice el deseo de paz
El lazo con el otro 

Tengo las manos grandes 
y eso me gusta 
Me recuerdo fuerte y poderosa
al botar la pelota de básquetbol 
Con la mano derecha 
Al lanzarla a la canasta 
Aunque  no haya sido
tan buena jugadora 

Pero claro, me sentiría triste 
y desesperada
sin mi mano izquierda 
Aunque mi mano derecha 
sea más hábil 

Ahora que aprendo a tocar el piano 
valoro más a mi mano izquierda 

En fin, hay que ver que las manos 
son más hermosas si son dos 
Hay que cuidarlas
Con algo de crema y limpieza 

Gracias por escuchar este pensamiento 
Que estés bien 
Un saludo de mano


Claudia Isabel Quiñonez 
24 de junio del 2020
CDMX 




domingo, 21 de junio de 2020

EL CORRIDO DE LOS MUCHACHOS



EL CORRIDO DE LOS MUCHACHOS


Que el sol está en las almas
Brillando vivo en los niños
Se los contaré con calma
Para auspiciar su cariño

En dos mil nueve la alarma
cundía por los caminos
y el de la gran mala fama
borracho bebía vino

Se hizo la violencia ama
y cruel, terco el asesino
dirigía  de la cama
a placer nuestros destinos

En la colonia Aldama
entre rosales y pinos
jugando  bien a las damas
se encontraban varios chicos

Era el parque de Las Ranas
centro  también de asesinos
Ellos bebían caguamas
Molestaban de continuo

A Gustavo, hermano de Ana
vino a buscar un amigo
“¡Están asediando a Ana
los plebes de La Beduinos!”

Él rápido fue a su casa
y allí dentro estaba Nino
El sicario de la banda
de jóvenes cobra piso

“¡Deja en paz a mi hermana Ana!
¡Métete, cabrón, conmigo!
¡Cómo entras a nuestra casa
a la brava nada fino!”

“¡Pues yo entro a donde yo quiera
pendejete niño fino!”
Dijo él apuntando su arma
y Tavo pensó con tino

Contestó: “¡Pues hay un lugar
donde no podrás entrar
y eso lo sé, no adivino!”
“A ver dime cuál lugar”

Dijo él frío como hielo
y Gustavo dijo: “¡Al cielo!”
Nino miró asombrado
Se volteó y gritó: “¡Vámonos!”

Que el sol está en las almas
Brillando vivo en los niños
Se los contaré con calma
Para auspiciar su cariño


Claudia Isabel Quiñónez
Martes 21 de abril del 2020
CDMX






miércoles, 17 de junio de 2020

Letra de la canción: “El arroyo de Comanito “



EL ARROYO  DE COMANITO


En aquel tiempo, en aquellos días
el viento nos era favorable
No había homicidios, puñal, dagas
Sólo el rumor plateado del agua

Yo me bañaba junto a mis primos
en el agua clara del arroyo
Había peces grises en sus ondas
Su frescura apartaba el calor

¡Oh alba, alba de la infancia!

Los niños haciéndonos amigos
ahí, junto a las garzas del arroyo
en la dulce corriente de plata
del pueblo donde creció mamá

¡Oh alba, alba de la infancia!

Los niños saltando de la piedra al agua
y nuestros padres conviviendo en el campo

¡Oh alba, alba de la infancia!




Letra de la canción:
Claudia Isabel Quiñónez
Jueves 16 de abril del 2020
CDMX






lunes, 15 de junio de 2020

TÚ ERES EL PRIMER RESPONSABLE DE SUS MUERTES



TÚ ERES EL PRIMER RESPONSABLE DE SUS MUERTES




Dices que quieres al pueblo
pero lo dañas

Aquella vez el soldado
no cumplió su misión
Y las bolas de fuego de los niños
los hombres y las mujeres
que corrían despavoridos

Diste tu palabra
y ahí quedaron las cenizas
de los cuerpos calcinados

Diste tu palabra y nos mentiste

Eres el primer responsable de esas muertes

Dices que quieres al pueblo
pero lo dañas

Diste tu palabra

Y hoy salen todos a la calle
convocados por ti

“Tienen que comer y trabajar: ser libres”
nos dices

Y evades tu responsabilidad
como gobernante

Hay una pandemia
Y tú le debes garantizar
el alimento al pueblo

Hay una caldera encendida
en la calle

Y tú has convocado al pueblo a salir

Te haces tonto o eres bruto

Hoy sale el pueblo a la calle
engañado por ti

Serán los nuevos cuerpos calcinados
de tus apetitos y omisiones

Serás el primer responsable
de sus muertes

Dices que quieres al pueblo
pero lo dañas


Claudia Isabel Quiñónez
Lunes 15 de junio del 2029
CDMX







martes, 9 de junio de 2020

Otro poema.



CULIACÁN, LA CIUDAD DE LA LUZ


Volverás a mí
cuando mis huesos
se separen de mis huesos
Cuando mi carne sea polvo
tierra tuya

Pernoctarás viva
fulgurante
en el sueño que me acogerá

Volverás a mí
Tumba de sol
Señora del llano
Como vuelves en el recuerdo
de los que se han ido

Caminaré fantasmal
por la ribera de tus ríos
cuando muera
y pescaré peces de aliento

Porque mi espíritu
estará atado a ti eternamente

Ciudad de luz
De cielo

Volverás a mí
porque te llevaré conmigo
Con tus crímenes, tus odios
y alegrías

Lugar de la ira
De la rabia
De la familia
y de los juegos de los niños

Tumba de sol que quema
y resplandece

la última rosa de mi juventud


Claudia Isabel Quiñónez
9 de junio del 2029
CDMX

domingo, 7 de junio de 2020

Poema de mayo. Ojalá les guste.



¿A DÓNDE  VAN LOS PEQUEÑOS
PÁJAROS QUE MUEREN?


A Andrea Carolina Mejía Quiñónez
Mi sobrina


¿A dónde van los pequeños pájaros
que mueren?
Abandonado y frágil
-Tal vez presintiendo la muerte
lo cobijó la niña y le llamó: “Pablo”
Le dio su más franco amor
Su mano fue nido, ternura, protección
El pequeño pájaro tuvo agua
y alimento
Y la niña buscó darle buen cuidado
Tuvieron aventuras juntos
“¡Mira sus pequeños y hermosos ojos!”
“¡Mira cómo se come el cereal!”
“¡Me despertó a las siete con su canto!”
Pero sucedió que a media mañana
se puso inquieto
Quiso salirse de la caja
En la mano tibia de la niña
después se acurrucó
Unos minutos estuvo así
Y de repente dejó caer su cuerpo
La niña presa de angustia lo movió
con  sus dedos
Subió a darle agua
Beberla fue lo último que hizo
Murió en la mano-nido de la niña


Claudia Isabel Quiñónez
30 de mayo del 2020
CDMX

Poema: GRAVEDAD




GRAVEDAD



Ola de enjambres de plomo
Partitura seca
Ancla en el abismo
Levantarse de la Nada
Seguir en la Nada
Volver arrastrando los pies
Es su costal de ansias
Su hematoma dormido

Se duerme
Danzan sonámbulos los sueños
La cabeza cae
Su cuerpo está muerto
El café no le ha funcionado
Duermen en su cuerpo otros cuerpos
como cadáveres de árboles plúmbeos
Maderas clavadas con martillos de plomo
Habrá que esperar a que se vayan mañana
los ladrillos del sueño



Claudia Isabel Quiñónez
Junio del 2020
CDMX

miércoles, 3 de junio de 2020

Poema de mayo del 2020



El primer exilio del mundo creado
fue el de Adán y Eva

Fueron expulsados del jardín del Edén 
porque presintieron el deseo 

Pero la seducción ya estaba en ellos
antes de que comieran el fruto 

En el acto mismo 
de pensar hacerlo

De dejarse llevar por un forma fálica

La manzana fue la culminación 
de una serie de pasos

El éxtasis u orgasmo
que provocó la serpiente 

Fue así que Dios nos exilió 
del jardín de las Delicias 
y temeroso de nosotros 
puso querubines en la puerta 
para resguardar el otro árbol 
del que no habíamos probado 

El árbol de la vida eterna 


Claudia Isabel Quiñónez 
28 de mayo del 2020
CDMX