ESTANCIAS
I
Extiendes la tela con mi nombre
sobre tu mesa-corazón
Debajo de la mesa late un cántaro
colmado de dulce fuego
¿Será de la sangre con que nos hemos fundido?
II
Vas a preparar la lana blanca, ángel mío
Para que el dolor no mulla el canto
de la tela en donde quedarán pintados
nuestros nombres
III
Conserva la tela la tintura;
la brillantez de una preparación conveniente
Las alas de los ángeles
atrapan las palabras del viento
y las vuelven palomas
IV
No tengo empacho del
blanco
No tengo empacho del
rojo
V
También con palabras llenó el cordero
el corazón de los hombres
VI
Las palomas rojas
son besos
sobre una carta
Abren sus alas para besar el pensamiento
con su manto púrpura
VII
Con este manto rojiblanco
estamos desnudas
Porque nos cubre la nieve de la palabra
y la sangre de la tinta
VIII
Aun así oiremos la música de la piel
En el sexto sentido de los ángeles
confluyen los otros sentidos
Mancas, nos sobrará tela como piel
para podar a nuestros otros corderos
(Del libro en proceso de escritura:
Angelicus
Viaje al centro del alma)
Claudia Isabel Quiñónez
4 de septiembre del 2012
Culiacán, Sinaloa.
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