domingo, 8 de julio de 2018



DE FALSOS PROFETAS


Fui a la casa de Dios a pedir calma para mi alma

Y oí palabras de buitres
insinceras

Acéfalos
de las vísceras fructificaban el agobio y la desmesura

Hablaban en nombre de Dios

Yo ya me sabía mi lugar en el Reino

Por eso
esta noche vine a refugiarme en mi Padre


Debes de dejar, sacerdote, que hablen los santos cantos

Apiádate de mi alma inquieta

No te confundas en las redes del hurto, la enemistad y el desengaño



Claudia Isabel Quiónez
7 de julio del 2018
Culiacán, Sinaloa

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