viernes, 21 de octubre de 2016






ALCOHÓLICOS  ANÓNIMOS


Mientras el chico se pasea oyendo música, viendo las calles, los cerros, trata de calmar el duelo que le hace ir a buscar ayuda todas las noches,  a A. A. Él no fue un borracho, ni un pokemón; jamás probó mota, ni absorbió cocaína; lejos estuvo de consumir cristal. Él tiene otros dolores que le hacen pensar que podría ser como alguno de sus compañeros de A.A. Yo también lo  pienso; me identifico con él: Todos en el mundo deberíamos  estar en un grupo de A. A. Tal vez quizá usted también se identifique: ¿Cuántas Coca Colas se toma al día? ¿Cuántos cigarrillos se fuma al día?   ¿Y no es cierto que muchas veces  no puede parar de comer?...  Bueno, este chico abstemio que se pasea en los camiones urbanos  para ver y contemplar la ciudad, se describe a sí mismo como un mazapán emocional. Y tiene razón, porque el mundo se desmorona. Los cientos de OXOS de la ciudad, son los tres aguajes de hace 50 años en Culiacán. Yo no critico que haya empresas que produzcan bebidas alcohólicas.  Pero es obvio que los dueños de esas empresas viven de la destrucción psíquica y física de las personas que beben en exceso. Cuando una persona a los 15, o a los  20 años de edad, consume alcohol,  muy pronto se enchufa un “gallo”, un cigarro de mariguana. Luego los puchadores  o los amigos les ofrecen cocaína o heroína y quizá, mortalmente, cristal. Entonces se quedan tirados en calles desconocidas, con gente desconocida, con lagunas mentales, orinados y embarrados de mierda; o les da por deambular en lugares lejanos. Y cuando no tienen dinero para pagar su adicción, son capaces de robar. Todo esto cuando ya no tienen a quien pedirle prestado. Se hacen agresivos, se meten en grescas. Hacen cualquier cosa ahora, ya no sólo por un SIX, sino también por un churro o   gallo; y terminan muertos atropellados por un carro o en la cárcel. Porque algunos llegan a cometer delitos mayores en sus estados de adicción. La gente que va a A.A. es privilegiada, porque lamentablemente son pocos los que van a sostenerse de esta tabla de salvación, siendo miles  los que la necesitan. Porque si usted no sabe, todos los muchachos y los adultos que están en A.A., tuvieron algún conocido que murió por algo relacionado con la adicción al alcohol o  a la droga. “Loquear”, beber, querer matar a otro, robar, ¡sólo porque hay un hijo de puta negocio que vive de las debilidades y desmoronamientos emocionales de los seres humanos de Culiacán! ¡Tú narco, vales verga!, como dicen los plebles hoy. ¡Tú lavador de dinero del narcotráfico, eres el más hipócrita que hay! A  ustedes los ampara Malverde o la Santa Muerte, pero  ojalá que alguno de ustedes, o alguno de sus hijos no caiga en adicción; porque entonces sabrán del sufrimiento de una madre, de un hermano, de un hijo.  Ellos, narco; ellos, empresario,  tus hijos,  empezarán jugando; se llamarán entres sí pokemones. Dirán: “Vamos a echarnos un gallo”, vamos a fumarnos esta motita.  Entonces, dueño de la Tecate, dueño de la Pacífico, dueño de la Carta Blanca;  tú narco, tú lavador de dinero del narcotráfico,  y tú gobierno  que no nos proteges, valdrás, como dicen los plebles, pura verga.



Claudia Isabel Quiñónez. 19 de octubre del 2016. Culiacán, Sinaloa




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