ALCOHÓLICOS
ANÓNIMOS
Mientras el chico se pasea oyendo
música, viendo las calles, los cerros, trata de calmar el duelo que le hace ir
a buscar ayuda todas las noches, a A. A.
Él no fue un borracho, ni un pokemón; jamás probó mota, ni absorbió cocaína; lejos
estuvo de consumir cristal. Él tiene otros dolores que le hacen pensar que
podría ser como alguno de sus compañeros de A.A. Yo también lo pienso; me identifico con él: Todos en el
mundo deberíamos estar en un grupo de A.
A. Tal vez quizá usted también se identifique: ¿Cuántas Coca Colas se toma al
día? ¿Cuántos cigarrillos se fuma al día? ¿Y no es cierto que muchas veces no puede parar de comer?... Bueno, este chico abstemio que se pasea en los
camiones urbanos para ver y contemplar
la ciudad, se describe a sí mismo como un mazapán emocional. Y tiene razón,
porque el mundo se desmorona. Los cientos de OXOS de la ciudad, son los tres
aguajes de hace 50 años en Culiacán. Yo no critico que haya empresas que
produzcan bebidas alcohólicas. Pero es
obvio que los dueños de esas empresas viven de la destrucción psíquica y física
de las personas que beben en exceso. Cuando una persona a los 15, o a los 20 años de edad, consume alcohol, muy pronto se enchufa un “gallo”, un cigarro
de mariguana. Luego los puchadores o los
amigos les ofrecen cocaína o heroína y quizá, mortalmente, cristal. Entonces se
quedan tirados en calles desconocidas, con gente desconocida, con lagunas
mentales, orinados y embarrados de mierda; o les da por deambular en lugares
lejanos. Y cuando no tienen dinero para pagar su adicción, son capaces de
robar. Todo esto cuando ya no tienen a quien pedirle prestado. Se hacen
agresivos, se meten en grescas. Hacen cualquier cosa ahora, ya no sólo por un SIX,
sino también por un churro o gallo; y terminan muertos atropellados por un
carro o en la cárcel. Porque algunos llegan a cometer delitos mayores en sus estados
de adicción. La gente que va a A.A. es privilegiada, porque lamentablemente son
pocos los que van a sostenerse de esta tabla de salvación, siendo miles los que la necesitan. Porque si usted no sabe,
todos los muchachos y los adultos que están en A.A., tuvieron algún conocido
que murió por algo relacionado con la adicción al alcohol o a la droga. “Loquear”, beber, querer matar a
otro, robar, ¡sólo porque hay un hijo de puta negocio que vive de las
debilidades y desmoronamientos emocionales de los seres humanos de Culiacán! ¡Tú
narco, vales verga!, como dicen los plebles hoy. ¡Tú lavador de dinero del
narcotráfico, eres el más hipócrita que hay! A
ustedes los ampara Malverde o la Santa Muerte, pero ojalá que alguno de ustedes, o alguno de sus hijos
no caiga en adicción; porque entonces sabrán del sufrimiento de una madre, de
un hermano, de un hijo. Ellos, narco; ellos,
empresario, tus hijos, empezarán jugando; se llamarán entres sí
pokemones. Dirán: “Vamos a echarnos un gallo”, vamos a fumarnos esta
motita. Entonces, dueño de la Tecate, dueño
de la Pacífico, dueño de la Carta Blanca; tú narco, tú lavador de dinero del
narcotráfico, y tú gobierno que no nos proteges, valdrás, como dicen los
plebles, pura verga.
Claudia Isabel Quiñónez. 19 de octubre del 2016. Culiacán, Sinaloa