Pasa que me gustan las canciones
y no tengo ropa
para vestir el oído
de silencios
Pasa que me gustan mucho
Por eso, porque todas – ellas y yo – estamos
desnudas
Ellas ya corren por los ríos de las sombras
Yo, apenas me desnudo
Pronto verás nuestro abrazo en la hamaca del
canto
Hundida la montaña
vienen las pulsaciones del silencio
Pronto la grieta del lenguaje
desteta una estrella al arco iris
Como rayo
como filo
la pluma escribe
Jinetes en caballos desbocados
en el silencio de la tormenta
Porque pasa, nena, que me gustan mucho las
canciones
Y en sus orillas nos toparemos siempre con Dios
o con el Diablo
Pero te juro, nena,
no te miento,
que me esforzaré para tomar un pedazo de tu
corazón
Claudia Isabel Quiñónez
24 de Agosto del 2013
Culiacán, Sinaloa