Amaste las mañanas heladas
El juego de los pájaros
en la solitaria cancha de la explanada
Amaste el rebotar de la pelota
El alzar de la pelota
El rodar de la pelota
Que te alejaba
Que te acercaba a ella
como signo de la caza
Amaste el desdén con que mirabas al mundo
al mundo
inconsciente de ti
entonces
Amaste la guerra
El duelo
El arpa
Los colores
Amaste la risa
El sol
El sonido
Los labios
La ternura
Amaste a la mariposa
Más que a nada
a la mariposa
Amaste verla volar
Revolotear con ella
Saltar, brincar
Amaste el invierno de abril
El abril de ese invierno
Amaste los meses fríos
Y aletear
Y atrapar
Amaste el vuelo
El salto
El incendio
Amaste a la mariposa
¡A la mariposa!
Más que a nada a la mariposa
Y ella te amó…
En aquel momento
(Del libro en proceso de escritura: “En esta voz de espejo”)
Texto de Claudia Isabel Quiñónez
8 de abril del 2011
Culiacán, Sinaloa